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La gente es muy pesada con el tema de que «también hay hombres maltratados». Parece que no se enteran de que la violencia de género es algo más que un hombre que pega a su pareja o ex pareja, que hay todo un entramado de violencia en la sociedad, que las mujeres son discriminadas, violadas (por sus maridos y por desconocidos), prostituidas, agredidas, acosadas, empobrecidas, abusadas, esclavizadas en el hogar, mal pagadas en las empresas, relegadas a un segundo plano en los puestos de poder, revitalizadas por el sistema judicial cuando deciden denunciar, señaladas por su aspecto físico y vejadas por costumbre. Por no hablar de otras culturas no tan lejanas a nosotras/os como nos gusta pensar, en las cuales las mujeres son atacadas con ácido, se les habla el clítoris, se les casa cuando son niñas, se les niega el derecho a la educación, se las asesina en nombre del honor, se las ignora cuando se quedan viudas y un larguísimo etcétera.

Tan largo que me parece vergonzoso e indignante que llevemos siglos ignorándolo y que aún a día de hoy tratemos de compararlo con la violencia (residual en comparación) que sufren algunos hombres. Y ésta es la clave: «algunos hombres» sufren violencia por parte de las mujeres. «Todas las mujeres» están expuestas a sufrir violencia por parte de un sistema creado y perpetuado por hombres. Es más, los hombres tenemos muchas más probabilidades de sufrir violencia por parte de otros hombres que por parte de las mujeres, cosa que por supuesto no les ocurre a ellas.

Cuando un hombre maltrata a una mujer tiene a su favor todo un sistema social y de valores que apoya y justifica la violencia de ese maltratador. Por eso es tan importante luchar contra la violencia de género y por la igualdad y por eso no es comparable la violencia que ejercen las mujeres contra los hombres. Que sí, que es verdad, que existe y que yo condeno como cualquier forma de violencia. Pero tratar de equiparar ambas y subrayar su supuesta equivalencia me parece un intento machista de invisibilizar la crueldad e injusticia de todo un sistema contra las mujeres.

Aunque a muchas/os les pese, una mujer tiene muchas más probabilidades de sufrir discriminación por su condición de mujer y ser maltratada que un hombre. Muchísimas más. Y esto, señoras/es, sí que es una realidad de la que deberíamos preocuparnos.

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